La valoración del miembro inferior consta de dos videos que están diseñados para:
En esta primera entrada vamos a desarrollar los test en decúbito supino más importantes 👇
👉 Para aprender más sobre la importancia y justificación científica de estas valoraciones te recomendamos la lectura/estudio previo de la publicación "Capítulo 04. Valoración Artromuscular 01: miembro inferior y cintura pélvica".
Vista sagital del Test de Thomas 👇
Vista frontal del Test de Thomas 👇
Comprobar la extensibilidad muscular de los flexores de cadera (Psoas), Recto Anterior del Cuádriceps, Tensor de la Fascia Lata y Fascia Lata, así como la estructura ósea tanto del fémur, la tibia y el tobillo.
El cliente se colocará en decúbito supino apoyando las Espinas Ilíacas Postero Superiores (EIPS) al borde de la camilla, dejará caer una pierna y sujetará con ambas manos la otra, llevándosela hacia el pecho con flexión de rodilla. El profesional se encargará de que la posición sea correcta, colocando la pelvis al filo de la camilla y ayudará a la sujeción de la pierna que el cliente está sosteniendo.
Rotadores sin flexión de rodilla 👇
Rotadores con flexión de rodilla 👇
Otro ejemplo 👇
Comprobar la extensibilidad de los rotadores de cadera y las posibles repercusiones sobre las estructuras adyacentes.
El cliente se colocará en decúbito supino con los muslos paralelos, relajados y con flexión de rodilla a 90 grados. El examinador valorará manualmente la rotación interna y externa colocando su mano en el maléolo interno o externo respectivamente. Se anotará si la cortedad es leve , importante o excesiva de forma cualitativa, tomando como referencia el valor normativo de 45 grados tanto en la rotación interna como externa.
Rotación Interna:
Rotación Externa:
La importancia de valorar correctamente el ROM de la cadera radica en que una limitación o exceso en dichas rotaciones provocará compensaciones de las articulaciones adyacentes, principalmente en las rodillas y en la zona lumbar, siendo articulaciones que presentan una menor movilidad.
💡 Una excesiva rotación interna de cadera está asociada a una pelvis en anteversión, genu valgo y retropié en pronación. Una limitación en la rotación externa de cadera está asociada a una pelvis en retroversión, genu varo y retropié en supinación.
💡 Existe una clara evidencia (Verrall, 2005; Ibrahim, 2007; Tak, 2017) de que una rotación total menor a 85 grados en ambas caderas aumenta la probabilidad de dolor inguinal.
Test aductores cortos 👇
Test aductores largos 👇
Comprobar la extensibilidad de los aductores cortos y/o largos en decúbito supino e identificar una posible descentralización de la cabeza del fémur en la articulación de la cadera.
1.- Aductores cortos (Bent Knee Fall Out Test): el cliente se colocará en decúbito supino con flexión de cadera y rodillas, abducción de cadera, juntando la planta de los pies. Se aproximarán los talones a la pelvis y se le pedirá que esté lo más relajado posible. Según Tyler (2001) y Malliaras (2010) debería existir una angulación mínima de 53 grados.
2.- Aductores largos: el cliente se colocará en decúbito supino, con los miembros inferiores extendidos. El profesional colocará la extremidad no evaluada fuera de la camilla y realizará una abducción máxima pasiva a la extremidad evaluada (evitando la rotación externa de la cadera). Se medirá el ángulo formado entre las EIAS y el eje del muslo de la extremidad que se quiere medir. La normalidad para la aducción es de 45 grados (se debe cuantificar con un goniómetro de rama larga).
Pese a que no existe una clara evidencia sobre la limitación del ROM de aductores y la incidencia lesional (Tyler, 2001; Witvrouw, 2003; Arnason, 2004), recomendamos su realización de forma cualitativa mediante el test de aductores cortos para diferenciar posibles problemas estructurales o funcionales.
Valoración con cinta métrica 👇
Valoración visual 👇
La comprobación de la longitud del miembro inferior será una prueba patognomónica que nos dé explicación a un largo etcétera de compensaciones y dismetrías en nuestro cliente.
La comprobación desde el ombligo nos indicará si la desalineación es más o menos marcada, indicando en estos casos que el problema puede originarse en la pelvis (siendo funcional y no estructural). Es recomendable volver a medir en bipedestación para verificar la dismetría, así como diferenciar una posible dismetría del miembro inferior (general), de la tibia o del fémur, motivo por el cual se mide desde la Tuberosidad Tibial Anterior, desde las Espinas Iliacas Antero Superiores y desde el borde caudal del ombligo.
Al establecer una clasificación, aunque son muy subjetivas ya que existen gran cantidad de compensaciones en el cuerpo que pueden manifestar en mayor o menor medida los síntomas, encontramos:
💡 Otro aspecto importante en la valoración de las dismetrías del miembro inferior es la observación visual de la longitud del fémur y la tibia, tanto en el plano frontal como sagital. Para ello utilizaremos la posición anterior en decúbito supino, con la triple flexión de cadera-rodilla y pie, colocando las rodillas en 45 grados (o intentando tocar con los tobillos las nalgas, test de Galeazzi en niños).
En esta posición observaremos si las rodillas están a la misma altura, así como si el fémur o la tibia de un lado son más cortos (se observará una separación proximal o distal hacia el pie o la cadera).
Además de los test indicados, sería recomendable revisar la publicación del capítulo 4 indicada al inicio de la sección para conocer las indicaciones de algunos autores y términos destacados, así como la osteología y miología que forman la cadera y los síndromes cruzados.
Existen otros tres test que serían interesantes realizar en nuestro cliente para valorar tanto la flexibilidad del glúteo mayor de forma activa como una posible descentralización de la cabeza femoral por excesiva rotación externa de cadera (muy habitual en el deporte) y la posible cortedad del Tensor de la Fascia Lata y la Fascia Lata.
Comprobar la extensibilidad del glúteo mayor.
Desarrollo: el evaluado se colocará en decúbito supino relajado, y llevará la extremidad a medir con flexión de rodilla (para inhibir la musculatura isquiosural) hasta el máximo rango de movimiento.
La normalidad está entre 120º-125º.
Comprobar el compromiso acetábulo-femoral o el síndrome de FAI.
Desarrollo: el evaluado se colocará en decúbito supino, con la rodilla flexionada a 90º, ligera abducción de cadera y rotación externa, hasta colocar el maléolo tibial sobre el otro muslo cranealmente a la rótula.
Comprobar la extensibilidad del tensor de la fascia lata y la fascia lata.
Desarrollo: el evaluado se colocará en decúbito lateral, pegado al borde de la camilla y dejará caer la pierna a evaluar hacia fuera de la misma sin flexionar la rodilla (test modificado). El evaluador se encargará de fijar previamente la pelvis, en la cresta ilíaca, para que el descenso sea exclusivo de la musculatura implicada.
Si el pie, una vez fijada la pelvis, no desciende del nivel horizontal de la camilla, indicará una restricción de la musculatura.
💡 Hemos valorado el estado anatómico de los principales agonistas y antagonistas tanto de la pelvis como de la cadera y rodilla, no obstante, no hemos incluido ningún test para valorar la extensibilidad de los isquiosurales, como el Test del Poplíteo o el Test de Elevación de la Pierna Recta (EPR), ya que si previamente hemos realizado la valoración de la cintura pélvica no serían necesarios incluirlos, salvo que queramos confirmar nuevamente dicha cortedad (o en el caso de tener aún alguna duda sobre dicha musculatura).
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